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Kate Middleton nos ha sorprendido y muy gratamente en el día de su boda con el príncipe Guillermo de Inglaterra, con un vestido precioso, elegante, nada ostentoso, que, personalmente,  me ha recordado muchísmo al que lució la bella Grace Kelly en su boda con Rainiero de Mónaco (os dejo ambas imágenes para que comparéis…).

De corte clásico y estilo vintage, el secreto mejor guardado, por fin se ha desvelado, el vestido de novia de la ya princesa Catalina de Inglaterra ha sido diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen.

Se trata de un traje de satén marfil y blanco, con cuerpo de manga larga de encaje, escote en forma de corazón y cola. Además, la joven lleva un velo, que completa con una tiara que data de 1936, prestada especialmente por la Reina Isabel II para este día, de la firma de joyería Cartier.

Los zapatos que luce la princesa Catalina también han sido diseñado

s por el team de Alexander McQueen.

Acompañada de su padre, Michael, una vez en el templo ha sido recibida por el deán de Westminster, John Hall, el responsable de conducir el servicio religioso. Su camino al altar ha estado acompañado musicalmente por la pieza que Harry Parry preparó para la coronación de Eduardo VII en 1902.

Si algo nos ha gustado mucho en Fashionfanaticos y que por fin la casa real Británica da un paso por la evolución es que Kate Middleton no ha incluido la promesa de «obediencia» a su futuro esposo en el oficio matrimonial.

Como nota curiosa, dos detalles, el primero es que Kate Middleton ha tenido que engordar obligatoriamente para poder lucir el precioso vestido, ya  que, como es normal, con los nervios no paraba de adelgazar. El segundo es que al príncipe Guillermo le ha costado muchísimo esfuerzo hacer entrar el anillo en el dedo de su actual esposa.

Pippa Middleton, hermana de la novia y primera dama de honor, ha  sorprendido a todos con el vestido que a lucido para el acto, también diseñado  por Sarah Burton para Alexander McQueen.

A causado un gran revuelo ya que en un principio se ha creido que iba de blanco aunque la casa real británica se ha encargado de aclarar que se trata de un marfil satinado.

Un precioso vestido en crepé pesado y adornos de encaje como el vestido de la novia.

 

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