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La falta de firmeza es una de las primeras señales de aviso contra el envejecimiento cutáneo, antes incluso que las arrugas. A partir de los 30 años, la piel se renueva más lentamente, pero no es hasta los 40 cuando este echo se hace patente, y comienzan a aparecer los primeros signos de flaccidez. Es por eso, que se aconseja empezar a prevenir este problema y lograr un rostro firme antes de que aparezca los primeros signos, entre los 25 y los 30 años.

Pero no solo la edad es la causa única de la pérdida de firmeza. Factores como el estrés, embarazos, alcohol, tabaco, insomnio o tomar el Sol en exceso, también aceleran su aparición.

Rostro firme en pocos pasos

Para evitarlo hay que llevar una dieta variada, así la piel se nutre por dentro. Así que en la alimentación diaria no deben faltar las frutas, verduras y los cereales ya que su alto contenido en antioxidantes ayudan a mantener una piel joven durante más tiempo.

Como conseguir un rostro firme

La tensión nerviosa (estrés) afecta a las defensas del organismo y acelera el envejecimiento cutáneo. Así que lo más adecuado ( pero no siempre posible) es relajarse mediante ejercicios de respiración, yoga, taichi, pilates…

Si necesitas adelgazar, intenta hacerlo de forma gradual para que los cambios bruscos de peso no afecten demasiado a la piel.

Las agresiones externas, el frío, viento, el exceso de Sol, también tienen un peso importante en la pérdida de la firmeza. Se deben evitar protegiendo la piel con una crema solar de alta protección.

Pero sobretodo, nunca debemos olvidar la limpieza facial, por la mañana y por la noche. Si no lo hacemos, impediremos que se renueven las células.

También es muy recomendable realizar gimnasia facial. Los músculos que no se ejercitan pierden tono:

1. Coloca los dedos índices sobre la frente, en paralelo con las cejas y presiona la piel hacia abajo. Al mismo tiempo abre los ojos lo máximo que puedas. Repetir 10 veces.

2. Intentan pronunciar muy exagerado las letras U y I mientras expulsas el aire por la boca. Repetir 10 veces.

3. Presiona con el dedo índice el centro de la parte superior de la boca, que debe estar cerrada,durante unos segundos. Repetir 10 veces.

4. Con los brazos cruzados sobre el pecho, estira el cuello hacia delante y aguanta 10 segundos. Después llévalo hacia la derecha otros 10 segundos y hacia la izquierda el mismo tiempo.

Ya me contaréis los resultados, que no fallan si mantenéis la constancia.

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