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Los pechos de la mujer son una de las zonas del cuerpo que se ve más afectada por la ley de la gravedad, y además otros factores como el embarazo y la lactancia aceleran el proceso.

Consigue unos pechos más firmes

Para recuperar la firmeza en los senos, no es necesario pasar por el quirófano, existen hábitos y cuidados simples que nos pueden resultar de gran ayuda para mejorar el aspecto de los pechos y presumir de escote.

La prevención, es muy importante, por ello te indicamos que debes evitar:

Procura no dormir nunca boca abajo, lo ideal es hacerlo de lado, porque debes pensar que si duermes de ese modo, todo el peso del cuerpo lo estarás posando sobre los pechos.

Cuidado con los cambios bruscos de peso, porque no solo aparecerán las tan temidas estrías sino que se pierde la elasticidad.

Adquirir un hábito postural correcto es más efectivo de lo que pensamos, caminar y sentarse de forma adecuada hace que el busto se vea más firme y en su sitio.

Intenta evitar los largos baños con agua caliente, los masajes bruscos, deportes violentos o que impliquen saltar, como es el caso del aerobic, el baloncesto, etc, y huye de las dietas rápidas.

Evita el sol en esta época de verano, porque las fibras elásticas se deterioran y la piel se deshidrata, si vas a hacer top less, usa un factor de protección muy alto.

No huyas del sujetador, por mucho calor que tengas, y aunque tu pecho sea pequeño. Los ideales son los que tienen los tirantes anchos.

La piel de los pechos necesita mantener una correcta hidratación, para que se pueda mantener elásticas. Debe bastar con que te acostumbres a nutrirlos con una buena crema hidratante.

Con el paso de los años, la hidratación de esta zona se puede complementar con algún producto específico que le aporte elastina, colágeno, vitaminas y algún que otro tonificante más.

El frío es ideal para lograr un pecho firme, prueba ahora que hace calor a pasar alrededor de los pechos un cubito de hielo que habrás envuelto en una tela o en un papel de cocina. También puedes usar unas compresas que habrás mojado previamente y que habrás metido en el congelador durante unos 10 minutos.

Un buen hábito para la firmeza de tus pechos es terminar tu ducha diaria con agua fría, no tiene que estar helada, con que sea fresquita es suficiente, prueba a duchar cada pecho durante unos minutos, haciendo círculos de fuera hacia dentro.

Una vez al mes puedes realizar un tratamiento intensivo, a base de una exfoliación suave con un producto específico para esta zona y posteriormente aplica una mascarilla reafirmante.

Prueba a realizar algún ejercicio que fortalezca los pechos, sobretodo los que ayudan a mantenerlos erguidos. Uno de los deportes más completos para el pecho es la natación, que une ejercicio con el masaje del agua.

Puedes también hacer cada día algún ejercicio fácil que repetirás diez o doce veces, por ejemplo, prueba a extender los brazos hacia el frente y crúzalos a modo de tijeras.

Durante el embarazo debes cuidar el pecho mucho más, procura llevar un sujetador de tirantes anchos que se adapte a tus cambios de volumen, aplica cremas antiestrías con suaves masajes para que hidrate la piel y mantenga su elasticidad.

Si estás dando el pecho, no puedes aplicar ninguna crema de tratamiento salvo que el farmacéutico o el médico te indiquen que sí puedes, o que son aptos para usar durante la lactancia. Pero sí puedes usar aceite de oliva y practicar ejercicios para fortalecer los músculos.

A base de constancia y paciencia, tendrás durante años unos pechos firmes y bien posicionados.

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