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No es muy común ver en pasarelas o editoriales a una novia que se acerca hacia el altar con sus gafas de ver puestas, pero sin embargo, nadie dijo que fuera obligatorio quitárselas en este día tan importante para la vida de cualquier mujer. Por ello, en la realidad sí es una situación que se vive con cierta frecuencia.

Razón por la cual, resulta fundamental adaptar el maquillaje a las gafas. Algo que afecta a la zona de los ojos, y que debe potenciar al máximo la mirada y la luminosidad de la piel. Concretamente, los expertos señalan que el maquillaje de la novia tiene que ser neutro, e iluminar y potenciar los rasgos naturales del rostro.

La mirada debe cobrar protagonismo si se llevan gafas

Las gafas graduadas pueden plantear ciertas dudas a nivel estético. En relación a esto, los especialistas señalan la importancia de resaltar la mirada más de lo habitual, lo cual se puede hacer de dos formas. Una de ellas es agrandar el ojo visualmente si se tiene miopía (perfilando el ojo en su parte exterior para compensar el efecto de la graduación, que hace que parezca más pequeño), o al contrario, delineando la línea interior del párpado cuando la novia sea hipermétrope.

Los cinco puntos a tener en cuenta para conseguir un maquillaje perfecto con gafas graduadas

Existen cinco reglas sagradas que se deben observar a la hora de hacer un maquillaje especial para combinar con las gafas. Una de ellas es iluminar, aplicando en primer lugar iluminador en la zona del lagrimal, y a continuación bajo el arco de la ceja.

Otra es potenciar, a través de sombras en tonos neutros y claros, y con máscara de pestañas waterproof que aporte volumen y también densidad en el contorno de los ojos. También hay que poner el acento en profundizar, delineando el ojo con un lápiz, en color negro o marrón (según cómo sea el resto del maquillaje). Después se puede difuminar el lápiz con un pincel, para restar dureza al eyeliner.

Es igualmente importante definir, tarea en la cual las cejas juegan un papel fundamental, ya que enmarcan la mirada. Hay que estudiar su forma con antelación, a poder ser por parte de un profesional de la estética, para no caer en el error de probar a última hora. Una vez que se haya dado con la forma ideal no se deben tocar, siendo lo más idóneo diseñarlas unos cinco o seis días antes del enlace.

Y finalmente, resulta fundamental evitar cargar demasiado. Las gafas son un accesorio que actúa por sí mismo, atrayendo la atención hacia un área en particular de la cara. Teniendo en cuenta que el rostro tiene ya un protagonista absoluto, es primordial neutralizar al máximo el resto. Esto supone que por lo demás, el look debe permanecer bajo control, sobre todo en la parte alta de la silueta, es decir, hombros, rostro y peinado.

Se recomienda también no recurrir a sombras potentes, dado que podrían emborronar la mirada. Igualmente habría que evitar las lentes que no sean antireflejantes, porque el flash de la cámara podría provocar que los ojos no se vieran en las fotos.

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