La Piel Sensible es muy difícil de cuidar y de tratar ya que es muy susceptible a los cosméticos, a los cambios de clima, al sol, etc. Normalmente la persona que tiene el cutis sensible tiene la piel muy blanca o muchas pecas.
Los cuidados para este tipo de piel deben ser muy suaves, así, de este modo no corren riesgos de irritación o alergias.
Para la limpieza diaria de un cutis con la Piel Sensible se debe utilizar una mezcla al baño María de 100 gramos de jabón neutro rallado y 200 mililitros de infusión de manzanilla.
La leche limpiadora se elabora mezclando 50 gramos de almendras trituradas hasta formar una pasta, dos cucharadas de agua y 25 gramos de azúcar moreno.
Para hidratar esta piel es muy recomendable mezclar 250 mililitros de agua de rosas, con 100 mililitros de glicerina.
Un tónico muy útil es aplicar con un algodón una infusión de manzanilla concentrada.
Como crema nutritiva de día se mezclan un vaso de zumo de uva, un vaso de nata y cuarto de vaso de glicerina, hasta formar una pasta homogénea.
Como mascarilla hay varias pero mezcar un zumo de pepino con tres cucharadas de miel es muy recomendable.
Otra mascarilla muy buena es mezclar una manzana rallada, tres cucharadas de miel y un vaso de leche.
Fuente: Guia de las plantas que curan
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