Los vestidos de Audrey Hepburn, a subasta

El vestuario de Audrey Hepburn siempre se caracterizó por la sencillez y la elegancia. Ayudada e instigada por el joven modisto Hubert de Givenchy, se convirtió en la personificación de la elegancia chic de la década de 1950 y 60. Givenchy, dijo de ella «Ella misma hacía la selección. Audrey tenía un sentido de su propio estilo único, personal». Prefería usar colores pastel, negro y marfil y en ocasiones el rosa como lo demuestra esta colección. Si le gustaba un traje especial, solía pedir que fuera en blanco y negro.

Su legado ha sido una  colección que incluye gran cantidad de elegantes vestidos negros de Valentino, Elizabeth Arden (ese vestido que llevaba cuando conoció a su primer marido, Mel Ferrer en 1953) y, por supuesto, su diseñador favorito de todos: Hubert de Givenchy. Para ella creó un sensacional vestido de cóctel de encaje chantilly que llevaba en «Cómo robar un millón» en 1966 y un sinfín de elegantes vestidos.

Es por eso que el día 8 de diciembre tendrá lugar en Londres una subasta de mucho de su vestuario, bolsos y accesorios, en la que destaca el vestido de novia en raso marfil diseñado para Audrey para la boda con James Hanson prevista en 1952  y que nunca tuvo lugar. Fue diseñado por las hermanas Fontana y al cancelar el enlace a falta de pocas semanas, quiso que el vestido fuera «para otra chica, alguien que no pueda pagarse nunca un vestido como el mío, la chica más bella y pobre de Italia«. Fue dado a Amabile Altobella,  que llegó a tener un matrimonio muy feliz y duradero. En el año 2002 la familia del creador del vestido logró recuperarlo y he aquí como decidieron subastarlo para fines benéficos, ya que el 50 % de los beneficios obtenidos por la subasta serán destinados a las organizaciones «The Audrey Hepburn Children’s Fundation» y Unicef.