Grace Kelly, además de ser conocida por su talento interpretativo y por casarse con Raniero de Mónaco, lo fue por su estilo y por ser uno de los rostros más bellos que ha dado el cine en Hollywood.
Pero tantos años después de su muerte todo el mundo puede apreciar el icono de estilo en que se convirtió la niña que supo hacer de sus sueños una realidad, primero convertirse en estrella de cine y luego en princesa.
Algunos de sus más célebres vestidos se han podido ver en infinidad de museos, o exposiciones en los que se ha mostrado la evolución de su estilo, desde que se hizo famosa como actriz hasta que llegó al trono de Mónaco y también piezas especialmente hechas para e inspiradas en su persona.
Grace Kelly sigue marcando estilo
Nacida en 1929 en el seno de una familia acomodada de Filadelfia, el interés de Grace por la moda le surgió desde muy temprana edad, influenciada por su madre, gran admiradora de los sombreros, guantes cortos de algodón blanco y otros accesorios clásicamente femeninos.
A pesar de ser una de las estrellas más glamurosas de la industria del cine en aquel entonces, Kelly fue una de las pioneras en apostar por un fondo de armario sencillo y minimalista, ya que no quería formar parte del grupo de estrellas y actrices vistosas que en aquel entonces pululaban por las altas esferas de la sociedad. Fue también de las primeras en llevar lo que hoy en día conocemos como ropa de calle, que consistía en simples camisas blancas, vestidos tipo túnica, pantalones capri, gafas de sol enormes o pañuelos que llevaba en el cuello o en la cabeza.
Su estética personal fue su marca, con una imagen siempre impecable y distinguida, y el mundo de la moda se percató de ello. Marcó tendencia al llevar bolsos oversize y mientras estaba embarazada usaba un Hermès (su marca de alta costura favorita) para esconder su barriga, con el tiempo el bolso adoptó el nombre de Kelly, el que conocemos actualmente.
En 1956 se comprometió con el Príncipe Rainiero de Mónaco y tuvo que terminar su carrera como actriz, dada la incompatibilidad con su papel de consorte Real. Su vestido de novia es uno de los más preciados y conocidos de la historia de la moda, realizado especialmente para ella por la legendaria diseñadora de la Metro Goldwyn Mayer, Helen Rose con encaje, tafetán, seda y velo de tul. Aunque su estilo clásico y sus tendencias minimalistas nunca obtuvieron tanta atención como su célebre vestido de boda, Grace Kelly ha continuado siendo uno de los iconos de moda más destacados y una influencia constante durante décadas para diseñadores y artistas.
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