El pasado 11 de Febrero se perdió a uno de los más grandes diseñadores de la actualidad, Alexander McQueen, mientras se encontraba terminando con los detalles de su nueva colección Otoño-Inviern0 2010-2011, la tristeza por la muerte de su madre no pudo superarla y decidió poner fin a su vida.
Este desfile póstumo ha sido un acto muy discreto y muy emotivo en el que se reconoce el talento del diseñador.
El desfile coincidió con la Paris Fashion Week pero se decidió realizar un pase privado para mostrar las propuestas del desaparecido Alexander McQueen.
Diseños de aire bizantino con muchos bordados dorados, amplias mangas, cuellos muy ajustados con mucha pedrería y lentejuela dorada. El color predominante fue el granate y el dorado, aunque el azul marino también tuvo una fuerte presencia sobretodo en un vestido minifaldero con una capa impresionante.
Vestidos de noche de ensueño (aunque para mi gusto un poco recargados en cuanto a bordados dorados) y vestidos ajustados al talle femenino y con minifaldas con volantes.
Un vestido de noche blanco me ha dejado sin palabras, aunque no es de mi estilo, debo reconocer que Alexander McQueen pensó en una princesa medieval para lucirlo. Ideal como vestido de novia.
No hay un sólo diseño que pase desapercibido, en cuanto a peinados, como podéis observar, todas las modelos lucieron unos tocados ajustados a su cabeza que no dejaba apreciar ni un mechón de pelo. El maquillaje nude total, casi tétrico. Muy buena puesta en escena…
Imágenes: HOLA
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