Saber cómo limpiar las zapatos blancos es un truco útil para tener en tu arsenal de moda y así mantener tu calzado como nuevo.
Si has comenzado con la limpieza de primavera y has aprendido a organizar tu armario , es probable que hayas visto que algunos de tus viejos zapatos blancos favoritos han visto días mejores. Las mejores zapatillas, zapatos y sandalias blancas tienen mucho potencial de estilo. El tono neutro los convierte en un elemento esencial de vestuario, ya que combinarán con casi todo en tu armario cápsula, ofreciendo brillo instantáneo a todos tus looks, desde tus mejores jeans hasta tu vestido midi de verano favorito. Pero aunque los zapatos blancos son innegablemente elegantes, tienen sus trampas: los derrames y todo tipo de manchas son más visibles que en los zapatos y la ropa más oscuros. Pero hoy te doy unos cuantos trucos.
Limpiar los Zapatos Blancos tiene su truco
En un mundo ideal, cualquier cosa que puedas hacer para tratar de mantener tus zapatos blancos como nuevos significará que necesitarás dedicar menos tiempo para limpiarlos.
Los zapatos blancos son ideales para los días en los que hace un clima perfecto, por lo que algunas de las mejores sandalias son blancas, pero incluso si tienes las mejores botas de invierno de color blanco, debes evitar usarlas cuando llueve y evita los tenis blancos en ciudades concurridas donde la suciedad es más abundante. También deberás olvidarte de tus zapatos blancos en terrenos con hierba o lodo.
Para evitar que tu calzado se ensucie en casa, lo ideal es que inviertas en un buen organizador de zapatos para mantener todo en orden.
Pero recuerda… «Con todas las manchas, es mejor prevenir que curar«. Lo ideal es siempre tratar un par de zapatos nuevos con un protector antes de tu primera salida.
Cómo Limpiar Zapatos Blancos sin arruinarlos
Si quieres arreglar tus zapatos blancos, no te faltan opciones.
CON AGUA MICELAR
Si tienes poco tiempo o te has manchado los zapatos en la calle y llevas Agua Micelar en el bolso, un práctico esencial de belleza que también puede hacer maravillas en marcas y rozaduras ligeras. El agua micelar contiene micelas, pequeñas partículas que atraen la suciedad como un imán. Son una opción más inteligente que, por ejemplo, las toallitas húmedas para bebés, que a menudo contienen aceites que pueden empeorar las manchas.
Paso 1
Comienza por eliminar cualquier suciedad de la superficie. Vierte un poco de agua micelar en un disco de algodón. Siempre es mejor comenzar con una pequeña cantidad, y puedes ir echando más si es necesario.
Paso 2
Frota suavemente la superficie del zapato, enfocándote en las áreas que necesitan más limpieza. Este método funciona especialmente bien en cuero o plástico, así como en las suelas de los zapatos.
CON JABÓN
Ideal para: zapatillas blancas de cuero y lona.
A veces debes vencer a las manchas con un poco de agua y jabón. El jabón tiene la ventaja de poder eliminar la grasa, lo que lo convierte en una buena opción para eliminar las manchas de comida. Para evitar empeorar las cosas, siempre te recomiendo usar una barra de jabón blanca como punto de partida en lugar de una de color. Este último caso funciona bien en telas de colores, pero dejará un residuo en los zapatos blancos. Este método se usa a menudo para zapatillas de lona y cuero blanco.
Paso 1
Usa un paño húmedo o una toalla de papel para limpiar la suciedad de la superficie. Esto te permitirá ver claramente dónde están las manchas en tus zapatos.
Paso 2
Moja un paño o una toalla de papel y frótalo con una barra de jabón blanco simple hasta que comience a crear espuma.
Paso 3
Masajea la sección jabonosa del paño sobre el zapato para quitar las marcas y las manchas. Ten cuidado de no frotar con demasiada fuerza, ya que esto puede dañar la tela. Es posible que tengas que volver a aplicar el jabón en el paño varias veces durante el proceso.
Paso 4
Seca cualquier exceso de los zapatos y déjalos secar en un lugar cálido y seco.
CON BICARBONATO DE SODIO
Ideal para: zapatos de lona y plástico
El bicarbonato de sodio es un básico para tener en casa. Puede ser útil para un sinfín de tareas, así como para limpiar zapatos blancos. Su textura polvorienta y ligeramente arenosa hace que se transforme en una pasta abrasiva cuando se mezcla con agua, para después ser capaz de eliminar las manchas de la lona y el plástico.
Paso 1
Con un paño limpio o un cepillo, limpia suavemente la suciedad de la superficie de tus zapatos.
Paso 2
Crea una pasta mezclando bicarbonato de sodio con agua hasta que tenga una consistencia espesa pero manejable.
Paso 3
Aplícalo en tus zapatos, enfocándote en las áreas que están más manchadas. Usa un paño suave y húmedo para la tela y un cepillo de dientes u otro cepillo pequeño para las suelas.
Paso 4
Deja que la mezcla penetre en el zapato durante 30 minutos antes de enjuagar con agua. Deja secar.
CON VINAGRE
Ideal para: zapatos de cuero y ante
Al pensar en formas de devolverles el brillo a tus zapatos blancos, es poco probable que el vinagre sea lo primero que se te ocurra. Pero este condimento tiene un gran potencial de limpieza, especialmente en artículos de ante y cuero. Ten cuidado, usar vinagre para limpiar tus zapatos significa que, lo adivinaste, olerán a vinagre, así que ten eso en cuenta antes de comenzar.
Paso 1
Con un paño limpio, quita con cuidado las manchas de la superficie del zapato. Seca, no frotes, ya que esto puede dejar marcas más profundas en la tela.
Paso 2
Mezcla vinagre blanco con una cantidad igual de agua para diluir. Algunos expertos recomiendan el vinagre puro, pero siempre es mejor pecar de precavida con una mezcla.
Paso 3
Con un paño limpio, seca con cuidado la solución de vinagre y agua en los zapatos, prestando especial atención a las peores manchas.
Paso 4
Usa un paño limpio para absorber cualquier exceso de líquido de los zapatos, antes de dejarlos en un lugar cálido y seco para que se sequen por completo.
EN UNA LAVADORA
Ideal para: zapatillas deportivas y zapatos de lona.
Si no tienes la paciencia para frotar a mano tus zapatos, intenta meterlos en la lavadora. Este método es mejor para zapatillas deportivas y zapatos de lona, y nada recomendable para artículos de cuero. Como todo el zapato se mojará, esto solo funciona para los zapatos completamente blancos, ya que cualquier otro color puede mancharse durante el ciclo. Del mismo modo, ten en cuenta que cualquier pieza de metal en el zapato puede empañarse en el proceso. Si tus zapatos tienen una etiqueta de cuidados, esto generalmente podrá indicarte si son aptos para lavar a máquina.
Paso 1
Antes de lavar, tómate el tiempo para eliminar lo peor de cualquier marca o mancha. La lavadora no podrá hacer su trabajo con tanta eficacia si hay montones de barro en el camino. También es posible que desees quitar los cordones.
Paso 2
Coloca tus zapatos en una funda de almohada blanca o en una bolsa de lavandería, tal como lavarías tu mejor sostén. Esto los protegerá a ellos y a tu máquina durante el ciclo, evitando que se enganche en el tambor. Los zapatos pueden hacer ruido cuando se mueven en la máquina, por lo que agregar algunas toallas o sábanas (nuevamente, deberán ser blancas o de colores claros) reducirá esto al mínimo.
Paso 3
Configura la máquina en un ciclo de prendas delicadas que no supere los 30 grados. Si hace más calor, corres el riesgo de que partes del zapato se derritan. Deja los zapatos en un lugar cálido y seco para que se sequen.
CON LEJÍA
Ideal para: zapatos de lona y suelas de plástico
De todas las formas de limpiar zapatos blancos, esta viene con muchas advertencias. El blanqueador puede quitar el color de las superficies y puede ser peligroso si se inhala y tampoco debe entrar en contacto con tu piel, así que asegúrate de cubrir tu área de trabajo antes de comenzar y solo limpia tus zapatos con lejía en un lugar bien ventilado, usando guantes. Dejando a un lado las advertencias, el uso de lejía es una forma efectiva de quitar las manchas de los zapatos de lona y las suelas de plástico.
Paso 1
Antes de coger la lejía, usa un cepillo limpio para eliminar cualquier residuo del exterior del zapato.
Paso 2
Diluye la lejía con cuidado, apuntando a una parte de lejía (la mitad de una tapa llena) por cinco partes de agua. También vale la pena señalar que necesitarás usar lejía normal: el tipo azul que usa para limpiar el baño solo hará que tus zapatos blancos se vuelvan azules.
Paso 3
Sumerge el mismo cepillo limpio de antes en la solución de lejía y masajea los zapatos con movimientos circulares. Presta especial atención a las zonas con las manchas más rebeldes. Ten cuidado de no mancharte.
Paso 4
Enjuaga tus zapatos con agua tibia y déjalos secar en un lugar cálido y seco.
CON PASTA DE DIENTE
Ideal para: zapatillas de deporte con suela blanca
La pasta de dientes blanqueadora está diseñada para quitar las manchas de los dientes y puede tener un efecto similar en los zapatos. Es adecuado para usar en la boca, por lo que sabemos que no es demasiado abrasiva, lo que la convierte en una opción menos arriesgada que usar la lejía. Solo asegúrate de que la pasta de dientes que estás usando sea blanca (cualquier cosa azul o verde le dará este tono a tus zapatos blancos) y una fórmula que no sea gel. Las pastas de dientes clásicas (no gel) tienen una consistencia más espesa, lo que les da un poco más de agarre cuando trabajas en tus zapatos.
Paso 1
Usa un cepillo de dientes limpio, o cualquier cepillo pequeño, para quitar la suciedad de la superficie de los zapatos.
Paso 2
Pon un poco de pasta de dientes blanca sin gel en el cepillo y aplícalo en el zapato con movimientos circulares. No deberías necesitar una gran cantidad o producto y siempre podrás añadir más si es necesario.
Paso 3
Una vez que el zapato esté cubierto y hayas logrado reducir algunas de las manchas con el cepillado, deja actuar en la tela durante 10 minutos.
Paso 4
Enjuaga los zapatos con agua y déjalos secar en un lugar cálido y seco.
Cómo limpiar los cordones blancos con detergente blanqueador
Los cordones blancos se ensucian con mucha facilidad. Para restaurarlos a su mejor brillo, lávalos con un detergente blanqueador especializado.
Paso 1
Diluye la solución blanqueadora, líquida o en polvo, en agua, de acuerdo con las instrucciones del paquete. Asegúrate de que haya suficiente líquido para que los cordones queden debajo de la línea de flotación.
Paso 2
Retira cualquier suciedad de la superficie de los cordones. Colócalos en la solución, ya sea usando un palo para girarlos o unos guantes. Dependiendo de la gravedad de las manchas, déjalos en remojo hasta 20 minutos.
Paso 3
Nuevamente, asegurándote de que tus manos estén protegidas, frota los cordones para ayudar a eliminar las manchas.Sácalos y enjuágalos con agua fría para eliminar cualquier exceso.
Los cordones blancos también se pueden lavar en la lavadora, siguiendo las instrucciones anteriores.
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