Mucho se han puesto de moda las dietas detox, así que cuando una empresa me propuso probar durante un día sus bebidas, no lo dudé ni un segundo, porque he oído que este tipo de alimentos son muy energéticos y te limpian el organismo, pero nunca pensé lo que me iba a suceder…
Antes de comenzar a contaros mi experiencia, quiero daros una explicación de lo que supuestamente hacen las dietas detox que tan de moda se han puesto, pero os sugiero que no os perdáis lo que os voy a contar…
Qué son las dietas detox
Dicen sus defensores, que por lo menos una vez en la vida debes probar las dietas detox, unos batidos a los que les han añadido de todo tipo de verduras o frutas y que dicen que reinicia el organismo como si fuera la tecla de un ordenador.
Hay dietas de un día o de varios días, ideadas para aquellas personas que buscan o bien, limpiar su organismo, o para aquellas que quieren adelgazar. Hay batidos para todos los gustos y dicen que están muy buenos…
Mi experiencia con las dietas detox
Yo siempre he sido muy estreñida, acumulo gases, tengo retención de líquidos, etc, así que cuando me propusieron hacer por un día una dieta detox no me lo pensé dos veces y dije que sí, porque pensé que me vendría bien limpiar mi cuerpo por dentro y explicaros cómo me había funcionado.
Por supuesto, como no quiero perjudicar a la marca que me lo propuso, no voy a poner ninguna foto de las que tomé porque es posible que lo que sucediera fuera un caso aislado y no deba pasar con normalidad.
En ayunas me tomé un frasquito pequeño de color verde, de hierba de trigo verde, ¿sabor? era algo entre picante, ácido y un poco nauseabundo, considerando que yo odio las verduras… Pero bueno como era poco más que un sorbo, aguanté la respiración y tiré para adelante.
A la hora del desayuno me tomé un segundo batido, cuya capacidad era de medio litro más o menos, de frutas. Yo creía que me iba a encantar su sabor porque contenía naranja, manzana y zanahoria, pues os aseguro que sucedió todo lo contrario. Su sabor me asqueó, picaba y no me recordaba para nada a ninguna fruta… Con mucho esfuerzo me lo fui bebiendo.
A media mañana me tocaba el batido del almuerzo, de remolacha, jengibre y naranja, su sabor ya ni os cuento, que no, que no me gustaba de ninguna de las maneras…
Pero por lo menos, tenía tanto líquido en el cuerpo que hambre no estaba pasando, eso estaba seguro…
A la hora de la comida me tomé el cuarto batido compuesto por Manzana, Pepino, Lechuga, Acelga, Kale, Apio, Perejil, Limón y Jengibre. Ese sí tenía sabor a algo que conocía, a pepino, pero me dio mucha repugnancia, porque picaba un poco y el regusto final me desagradó en gran medida.
A partir de ahí comenzó mi calvario… Me notaba bastante floja, hambre no tenía pero notaba el estómago lleno de agua, cosa que comenzaba a resultarme muy molesto. Orinaba pero no lo esperado por mí.
A eso de las cinco de la tarde noté que el cuerpo se me revolvía, y me fui pitando al baño, donde estuve vomitando un buen rato…
Los vómitos se fueron sucediendo durante toda la tarde, y fue horroroso, tanto que me negué a tomarme el batido de la tarde, pero es que la cosa siguió a más, me tomé una infusión para aliviar esa sensación de angustia constante pero no mejoré, los vómitos seguían y seguían y cada vez estaba más floja, me daban escalofríos y náuseas sin parar, así que decidí no tomarme tampoco el batido de la cena.
A las 22,00 horas estaba en la cama porque no paraba de vomitar y solo se me calmaban las náuseas estando tumbada y sin moverme…
Así que si buscaba perder peso os aseguro que con todo lo que mi cuerpo sacó, perdí bastante, algo que se recupera rápido, en cuanto se vuelve a comer normalmente, y si buscaba limpiar el organismo, vaya que si se limpió, yo creo que no quedó nada de nada.
Al día siguiente me levanté como si me hubieran dado una paliza, eso sí, comí bien y no volví a echar, pero de vez en cuando, desde entonces, me dan unos dolores de tripa bastante fuertes, aunque ahí queda la cosa.
¿Que si volvería a probar las dietas detox? Con mi experiencia, ni loca!!!
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