Un desfile de lo más esperado, el de Louis Vuitton en la Paris Fashion Week, pero lo que más sorprendió fue la aparición estelar en la pasarela de la veterana modelo Kate Moss que apareció en una especie de carrussel con un montón de corceles blancos.
El diseñador Marc Jacobs ha vuelto a presentar en su, podríamos decir, musa, para cerrar la presentación, tal y como sucedió hace unos meses con las propuestas para otoño-invierno 2011-2012 de la marca.
Pero, a parte del éxito rotundo de la firma y de la admiración suscitada por Kate Moss, la colección de Louis Vuitton triunfó por su calidez, por sus tonalidades pasteles, concebida para una mujer de lo más romántica y chic.
En muchas prendas aparecen pinceladas muy femeninas de los años 50 y 60, como los vestidos ‘lady’ y conjuntos de dos piezas compuestos por chaquetas rectas y faldas con volumen por encima de la rodilla.
Los estampados han sido muy originales, unas margaritas en ‘3D’ vuelven a recordar nuestra infancia con una estética inocente y soñadora de lo más ‘sixty’.
Para la noche, las aplicaciones de plumas en colores contrastados triunfan y seguro que serán todo un must de la próxima temporada estival.
Fuente e imágenes: HOLA
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