La princesa de Mónaco, Charlene Wittstock, se hizo unos cuantos arreglillos antes de su boda con Alberto de Mónaco, y uno de ellos fue el arreglo de sus labios.
El aumento de labios de Charlene Wittstock ha sido una apuesta muy arriesgada porque la princesa posee una cara tan dulce y angelical que un exceso de bótox hubiera sido fatal.
Aunque yo, personalmente, prefería los labios originales, los expertos aseguran que el resultado ha sido perfecto; por un lado, su arquitectónico y escultural cuerpo es acompañado por un rostro con fuerza, donde la estructura ósea de los pómulos es la nota predominante.
Para contrarrestar esa fuerza en el tercio medio de la cara, la decisión de suavizar sus labios con un toque muy femenino y juvenil, resulta especialmente acertada, según palabras de las doctoras del centro H&H Medicina Estética.
Charlene Wittstock se realizó una «Bioplastia» que es la técnica de moda para el remodelado facial; no se trata del simple hecho de dar volumen, sino que conlleva el estudio de las facciones para tratar el rostro en su conjunto.
Fuente: mujer de elite
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