Muchos temían que la marca de Alexander McQueen perdiese el rumbo después del repentino fallecimiento de aquel que fue el enfant terrible de la moda de la última década. Su muerte, con visos de suicidio, creó una auténtica conmoción en el mundo de la moda y no fue hasta bastantes meses después cuando la marca que lleva su nombre se decidió a elegir a una sustituta como directora creativa de la firma.
Sarah Burton, la mano derecha de Alexander McQueen durante casi toda su trayectoria, fue la elegida para continuar con el legado que el diseñador había fundado desde cero.
Desconocida para el gran público, Burton comenzó a trabajar con McQueen en 1996, cuando aún estaba en su último curso en escuela de diseño Central St. Martins, de Londres, una de las más prestigiosas del mundo dentro de este campo. En 2000, y con sólo 25 años, fue nombrada directora de la línea femenina de la marca, según informa el diario británico The Telegraph.
En los mentideros de la moda se ha especulado a lo largo de estos meses con varios candidatos al trono vacío.
Incluso se llegó a rumorear que el español José Castro, que ha presentado varias colecciones de Alta Costura en París, podría ser el sustituto de McQueen.
Ahora Sarah presenta su primera colección propia para la marca y, desde luego, los directivos de la misma no podían haber encontrado a un director creativo que supiese plasmar tan bien el espíritu Alexander McQueen a la vez que le da un toque nuevo.
Burton presentó la nueva colección de mujer Cruise 2011 estos días, fuertemente inspirada por la cultura y las telas orientales pero dando una importancia a los cortes y a los volúmenes como sólo McQueen sabía hacer.
Viendo esta colección, en las que las mujeres se nos antojan una serie de muñecas niponas vestidas para luchar contra la gran urbe, nos damos cuenta de que el legado del aún recordado diseñador no podía estar en mejores manos.
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