Normalmente la vuelta al trabajo, después de las vacaciones, ya sean las de Verano, Semana Santa o las de Navidad, se suele hacer un mundo. El síndrome postvacacional está al acecho.
El rechazo emocional a lo cotidiano puede provocar una serie de síntomas en forma de desequilibrios físico-psíquicos que suelen disminuir y desaparecer en un periodo de tiempo de entre 2 días hasta un máximo de 2 semanas.
Cómo reconocer que sufres síndrome postvacacional
Los síntomas del síndrome postvacacional suelen ser: irritabilidad, astenia, tristeza, apatía, ansiedad, insomnio, dolores musculares, tensión, náuseas, taquicardias o falta de concentración.
Pero existen unas pautas que podemos seguir:
1. Mejorar nuestra alimentación – Incluye una dieta de frutas y hortalizas variadas, alimentos ricos en triptófano que se encuentra en alimentos animales, frutos secos, plátanos, aguacate, setas y hortalizas de hoja entre otros.
2. Recuperar hábitos de forma gradual – Horarios, tareas, etc.
3. Tomar remedios naturales – Puedes incluir jalea real, polen, plantas medicinales o incluso complementos minerales que aporten energía y vitalidad.
La jalea es una fuente de natural de vitaminas y aporta grandes beneficios al sistema inmunitario, sistema nervioso y además elimina radicales libres.
El polen contiene numerosos principios activos y está recomendado en casos de cansancio y astenia típicos del síndrome postvacacional.
El Eleuterococo es una planta medicinal que aumenta nuestra capacidad y velocidad de respuesta a un esfuerzo.
Fuente: Revista consejos de tu farmacéutico nº139.
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